En lo que ha sido publicitado como el más grande estudio
sobre sexo desde la publicación del Reporte
Kinsey, un científico llamado Ogi
Ogas ha descubierto que cuando se trata de preferencias sexuales, todos somos
un poquito más “pervertidos” de lo que nos gustaría admitir.
Bajo la teoría que la gente no le miente a Google (nadie
busca en estos temas cosas que no le llamen la atención) Ogas analizó los miles
de millones de búsquedas relacionadas al sexo en todo el mundo y lo que resultó
fue lo que él llama “una mirada completa y exhaustiva de nuestra identidad
sexual”.
Los descubrimientos de Ogas han sido publicados en un libro
llamado A Billion Wicked Thoughts, en coautoría con Sai Gaddam. He aquí algunos
puntos interesantes sobre lo que han descubierto:
Los hombres heterosexuales son libidinosos y prefieren a las
mujeres gruesas que a las delgadas. Tan libidinosos, de hecho, que disfrutan
una gran variedad de tipos de erotismo, incluyendo páginas web con mujeres
mayores y transexuales. Y más: la investigación muestra que la mayoría de
hombres heterosexuales prefieren a las mujeres gruesas que a las delgadas.
Los hombres homosexuales y heterosexuales no son del todo
distintos.
Curiosamente, tanto los hombres gays como los heterosexuales tienen
idénticas preferencias de partes del cuerpo: pecho, trasero y pies, en ese
orden (pero claro, en distintos géneros). La investigación también mostró que los
heterosexuales tienen una fascinación con los penes de otros hombres, aunque no
está determinado si es una fijación consciente o inconsciente.
La fijación de los hombres por los pies es completamente
normal. Cuando las mujeres tienen pies pequeños, es señal de una alta
producción de estrógeno. Entonces los pies se convierten en una señal de
fertilidad y los hombres miramos instintivamente las extremidades del sexo
opuesto.
Las mujeres disfrutan de los romances homosexuales. A las
mujeres les encanta leer y observar romances entre dos hombres. Pero no es el
tema del sexo lo que les llama la atención, sino la emoción entre los dos
personajes. Ogas usa Brokeback Mountain como ejemplo: la mayoría de la
audiencia de la película fueron mujeres heterosexuales.
Los hombres fantasean con números. Cuando se trata de
fantasear acerca del sexo en grupo, los hombres lo hacen mucho más que las
mujeres, e incluso se imaginan a más hombres en la acción.
Los hombres buscan orgasmos auténticos. Los autores del
estudio descubrieron que los heterosexuales prefieren ver porno amateur en
línea, pensando que los orgasmos de la mujeres son más genuinos. Por tanto,
fingir un orgasmo es decepcionante para un hombre, incluso si él no está
participando.
Los investigadores dicen que este trabajo los llevó muchas
veces a sitios web extraños, incluyendo anime japonés -increíblemente popular
entre los hombres heterosexuales- y lo que llaman “porno de cornudos”, donde
los hombres observan a sus esposas tener sexo con alguien más. Ogi y Gaddam
esperan que estos descubrimientos apoyen su tesis, que dice que no existe la
desviación sexual.
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