En la mujer, las hormonas femeninas, denominadas estrógenos, hacen que las mamas alcancen su desarrollo completo y que puedan secretar leche después de haberse producido un parto.
El pezón está perforado por un número de estos conductos que puede variar entre 15 y 20. En el hombre, aunque es verdad que existe una pequeña producción de hormonas femeninas, no son suficientes para el desarrollo y puesta en funcionamiento de la glándula mamaria. Como consecuencia de esto, dicha glándula sufre una atrofia y, por lo tanto, el pezón igualmente queda inutilizado.
¿Pueden los hombres dar leche?
Un obstáculo que impide a los hombres dar leche es funcional. La prolactina, que podríamos llamar «la hormona de la leche», es la principal implicada en que las mujeres produzcan leche tras el parto. Esta hormona, desde el comienzo del embarazo, va incrementando su cantidad en sangre hasta el momento cumbre del parto, cuando su cantidad aumenta más que nunca.
De normal, tanto hombres como mujeres poseen una pequeña cantidad de esta hormona de la leche rondando por sus vasos sanguíneos. Ahora bien, esta hormona no ejerce su función porque otra hormona, la dopamina, la inhibe completamente. Sólo las mujeres que acaban de dar a luz tienen la suficiente cantidad de prolactina como para vencer a la acción supresora de la dopamina y así ésta pueda llegar a producir leche.
Son variopintas las causas que pueden llevar a que un hombre produzca leche, desde las más «naturales» (si el hecho de que un hombre dé leche se puede considerar natural) hasta las más patológicas.
Fuente: Culturizando
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