11 may 2013

Peleas de pareja ¿cuánto afecta la relación?


Un científico ha logrado predecir con 95% de acierto si las parejas se separarán con los años. ¿Cómo? Creó un "laboratorio del amor" donde analiza las discusiones que estas tienen sobre un tema particular.

Imagínate que vas con tu pareja a un "laboratorio del amor" y se les pide que discutan durante una hora sobre algo cotidiano, puede ser el canal de televisión preferido, quién saca a pasear al perro, las labores domésticas, el fútbol... Luego un científico analiza esa grabación junto con el resto de los datos y predice con un 95% de acierto si se van a separar en los próximos años. Parece ciencia ficción pero es real.

El científico John Gottman, profesor de la Universidad de Washington, lo ha conseguido después de estudiar en su "laboratorio del amor" a más de 3.000 parejas desde 1980. Tiene una fórmula casi infalible: analizar aquellas emociones que no son tan evidentes y solo se vislumbran al discutir.

EL PODER DEL DESPRECIO

El inventor de este singular laboratorio estudió y profundizó las reacciones de cada individuo y clasificó aquellas que son decisivas en provocar las rupturas entre las parejas. Las dividió en cuatro tipos: la defensiva, la crítica, la obstruccionista (quien trata de impedir o dificultar el desarrollo normal de un proceso) y la despectiva. Y es esta emoción, el desprecio, la responsable del mayor número de separaciones.

Ser despectivo no es solo criticar, es mucho más. Es responder desde un lugar de superioridad, lo que hace disminuir al otro como persona hasta hacerlo sentir excluido. Es la reacción que resulta más dolorosa para la otra persona. El desprecio, señala Gottman, es una respuesta de "jerarquía" y no siempre es generada en forma agresiva. Puede esconderse en comentarios sutiles cómo: "Sí, sí… ¿y tú qué sabes?", frase que a todos nos resulta conocida.

Ante un problema y posterior discusión las mujeres tienden más a reaccionar con la crítica y los hombres al obstruccionismo. Pero en cuanto al desprecio, parece que no hay diferencia de géneros.

FÓRMULA PARA DISCUTIR

Si queremos que nuestra pareja perdure en el tiempo hay que ser honestos con lo que sentimos y hacemos. Nuestras emociones muchas veces son sutiles, pero las exteriorizamos (conscientemente o no) y la otra persona las percibe.

Por lo tanto, después de una discusión –y con los nervios más calmados– Gottman recomienda conversar con la pareja no tanto del problema, sino de las emociones que había detrás de ésta. Lo que hicimos sentir al otro con lo que dijimos, y lo que el otro nos hizo sentir a nosotros.

Ante esto, nos da un consejo: Aún en los enfrentamientos, debemos saber expresar reconocimiento sincero a la otra persona. En la pelea tiene que haber reproches y pedidos de justificaciones, pero además debe haber halagos hacia la pareja. Sugiere que por cada cinco críticas, debes dar una caricia o mimo al ser amado.

CLAVES

Gottman indica que el desprecio también afecta nuestro sistema inmunológico y nos hace más propensos a enfermarnos, tener resfríos, o dolores en el cuerpo.

Aconseja que evitemos utilizar palabras despectivas e hirientes.

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