21 mar 2013

Diversidad y amor en familia



¿Qué cosas tienen en común Ricky Martin y Elton John? Una es que los dos son públicamente gays, otra es que los dos son cantantes y una tercera es que los dos son padres. Así es, son gays y tienen hijos. “Pero, ¿cómo es posible?”, te puedes estar preguntando.
Por Antón Castellanos Usigli*

La respuesta es muy sencilla. La manera “tradicional” de tener hijos son las relaciones sexuales heterosexuales “convencionales”, pero hoy en día ya existen muchas opciones reproductivas que van más allá del coitovaginal.

Existe, por un lado, la adopción. Por otro lado, existen las técnicas de reproducción asistida, como la inseminación artificial y las madres de alquiler. Tanto la adopción, como la reproducción asistida, pueden funcionar para hombres y mujeres heterosexuales u homosexuales, lo único que la persona requiere es el deseo y la voluntad de tener hijos (asumiendo, por supuesto, que no existan trabas legales o económicas).

Los mitos más comunes


Uno de los más grandes mitos que existen sobre las personas homosexuales es que no tienen el más mínimo deseo de ejercer la paternidad o maternidad. Es un mito que se deriva de la creencia de que la persona homosexual es una persona adulta “solitaria”, aislada, sin familia, que vive todo el tiempo en la fiesta, en los antros, consumiendo sustancias y teniendo relaciones sexuales desenfrenadas. La realidad es que, como los heterosexuales, los homosexuales tienen una familia (un número creciente de ellos tiene cada vez más familiares que los aceptan y que los aman), tienen diferentes ocupaciones, tienen amigos y muchos tienen una vida social muy rica, así como varias redes de apoyo.

Otro mito que existe al respecto de las personas gays que tienen hijos es que se trata de un “fenómeno social” reciente, cuando la verdad es que desde siglos y siglos atrás esto ya ha ocurrido. Pensemos en la enorme cantidad de personas homosexuales que se han tenido que casar con una pareja del sexo opuesto para ocultar su homosexualidad. Muchos de ellos llegan a tener hijos por relaciones sexuales heterosexuales, sin embargo, eso no borra su orientación sexual. Siguen siendo homosexuales, de ahí que los padres y las madres homosexuales no constituyan un fenómeno que sólo ha ocurrido en las sociedades modernas. Sin embargo, ocultar la propia identidad sexual no debería ser el motor que impulse a una persona a tener hijos, el motor siempre debería ser el amor.

El peso del amor y la comprensión

Resultados de investigaciones longitudinales del Proyecto de Aceptación Familiar (que es una iniciativa comunitaria de investigación, prevención e intervención que se enfoca en la salud de los jóvenes LGBT dentro del contexto familiar y que está basada en la Universidad Estatal de San Francisco) señalan que entre más aceptado es un joven LGBT por su familia, mayores serán sus deseos de tener hijos propios.

Esto tiene mucho sentido, ¿no lo crees? Si un joven gay es completamente rechazado por su familia, pues en lo que menos va a querer pensar es en construir una familia propia. Si un joven gay crece con apoyo, amor, cariño y comprensión, le van a surgir más deseos de propagar esos sentimientos en un hijo o una hija.

Temores de 'Contagios'

El miedo más grande que la gente tiene hacia los padres homosexuales es que le vayan a “pasar la homosexualidad” a sus niños, creando así una especie de ejército de niños homosexuales o algo por el estilo. La idea es, desde todos los ángulos, irrisoria, porque la ciencia indica que la orientación sexual no se construye por observación, sino que detrás de ella existe un peso muy fuerte de factores biológicos (genéticos y prenatales). Si la orientación sexual se aprendiera por observación, muchos de los homosexuales que crecieron con padres y madres heterosexuales no tendrían esa orientación sexual.

Los que plantean semejantes tesis sin sentido lo hacen porque siguen considerando que la homosexualidad es una enfermedad psicológica o algo “malo”, cuando en realidad no lo es. Es una condición humana natural, y por tanto, los padres y madres homosexuales no tienen nada de “malo” o “anti-natural”. La Asociación Americana de Psicología ya ha manifestado un respaldo absoluto a las familias homoparentales, sustentándose en la evidencia científica, la cual señala que los niveles de ajuste, desarrollo y bienestar psicológico de los niños no se relacionan con la orientación sexual de los padres; no importa que los padres sean homosexuales o heterosexuales, la salud mental de los niños sólo será consecuencia del tipo de crianza que reciban.

El mayor peligro: la homofobia

Lo que verdaderamente puede dañar o dificultar el desarrollo de los hijos de padres homosexuales es el odio homofóbico, que se puede traducir en discriminación y violencia. La homofobia continúa siendo el enemigo a vencer, y no sólo para los niños de familias homoparentales, sino para las mismas parejas gays que deciden tener hijos.

Existen muchos gobiernos en el mundo que le siguen negando a las parejas homosexuales la posibilidad de adoptar niños, otras naciones les dificultan el proceso y son pocos individuos los que pueden acceder a técnicas de reproducción asistida por los costos económicos que implican.

En México, por ejemplo, la adopción homoparental ha tenido un ritmo muy lento, y lo puedes comprobar al googlear “familias homoparentales en México”, ya que una de las notas que te aparecerá en los primeros resultados de búsqueda se titula: “Con la adopción de Hugo se crea la tercera familia homoparental en México”, del periódico La Jornada, que habla del caso de la tercera pareja gay en México que pudo adoptar legalmente a un niño. La nota tiene la fecha del 27 de febrero de 2012 y evidencia lo reciente que es la posibilidad legal de que dos hombres o dos mujeres puedan adoptar a un niñ@ como pareja en un país latinoamericano (adoptar como persona homosexual soltera es otra cosa, porque en dichos casos el niñ@ sólo tiene un papá o una mamá legal).

Iniciativas por la homoparentalidad

Si se aceptara la validez del amor que puede nacer entre un hombre y otro hombre, o entre una mujer y otra mujer, se aceptaría la validez de los deseos que tienen muchas de estas parejas de ser madres o padres, y se les facilitarían muchos procesos de adopción o reproducción asistida. Todo empieza entonces por aceptar la diversidad del amor.

Del 27 al 30 de junio de este mismo año se llevará a cabo la 5ta Convención de la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual en Lima, Perú. Si eres un papá o una mamá LGBT, si tienes un hij@ ó pariente LGBT, o si tan sólo eres una persona interesada en aceptar y comprender la diversidad del amor, ¿por qué no asistes?

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