Al empezar una relación física con una persona todo se puede volver un poco difuso. Especialmente si el sexo es casual ya sea porque la amistad derivó a encuentros amorosos de manera natural o porque existió el contacto físico desde el primer encuentro. Con el tiempo, puedes encontrarte a ti mismo sin saber a donde va la "relación" o que terreno estás pisando.
La inseguridad e incertidumbre puede ser lo más inquietante de una relación. Si quieres diferenciar si - lo que sea que hay entre ambos - tiene un futuro, es importante que te hagas unas interrogantes:
- ¿Se ven solo para tener sexo? ¿Usualmente te llama por la noche?
- ¿Comparten tiempo juntos, fuera de habitaciones privadas?
- ¿Tiene algún interés por tus gustos y pasatiempos?
- ¿Conoces a su familia o amigos?
- Si conversan durante el día, ¿todo tiene un mensaje sexual?
- ¿Pasan la noche juntos después del acto?
- ¿En todas sus reuniones hay alcohol de por medio?
- ¿Se quedan a pasar el rato después del sexo?
- ¿Se contactan vía redes sociales? ¿Han intercambiado números de casa u oficina?
Si todas las respuestas a estas preguntas son positivas, puede ser que te encuentres con una relación puramente física, sin embargo es relativo ya que depende mucho de las personas involucradas. Lo importante siempre es la conversación para definir y aclarar los sentimientos.
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