Sin embargo, justamente los países donde su promoción traería mayores beneficios, son aquellos donde la masturbación es el mayor tabú.
Expertos de salud consideran la masturbación como una forma importante de placer sexual sin el riesgo de quedar embarazada o contraer enfermedades venéreas. Después de todo, aún cuando practiques la masturbación con una pareja, tienes menos probabilidades de intercambiar fluidos corporales.
Censura
“Un orgasmo al día te mantiene saludable”, así lo formuló anteriormente el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
El organismo espera que, al promover el auto-placer, los adolescentes se sientan más inclinados a disfrutar de su sexualidad sin tener que perder la virginidad. Y aún en el caso en que los jóvenes decidan pasar a las relaciones sexuales, estarán más seguros de que van a disfrutar de ellas.
Entonces, ¿por qué no hay más países que sigan el ejemplo del Reino Unido? Los tabúes sociales impiden que la información sobre las cualidades de la masturbación para salvar vidas llegue a oídos de la gente, opina James Shelton, el autor de Masturbation: Breaking the Silence (Masturbación: rompiendo el silencio).
Tomemos como ejemplo a Uganda. El gobierno censura cualquier mención de la masturbación en los medios de comunicación, radiofónicos o impresos. Sin embargo, la masturbación – a solas o con una pareja – puede ser el vital eslabón perdido que ayude a detener la propagación del VIH/SIDA.
Ya existen 1,2 millones de personas infectadas con esa enfermedad en Uganda. Y cada año se agregan 100.000 nuevos contagios a la lista.
Placer e intimidad
Las actuales campañas gubernamentales para prevenir la infección del VIH promueven la abstinencia y el uso del preservativo. Pero para las parejas casadas o unidas en una relación duradera, abstenerse del sexo o incluso usar condón no es una opción. Y este es precisamente el grupo donde se registra el mayor número de nuevos contagios del VIH.
La masturbación compartida con la pareja podría ser la solución – ofrece una magnífica manera de compartir placer e intimidad en la pareja, sin correr el riesgo de contraer esa mortal enfermedad.
Entonces, ¿por qué no hay más países que sigan el ejemplo del Reino Unido? Los tabúes sociales impiden que la información sobre las cualidades de la masturbación para salvar vidas llegue a oídos de la gente, opina James Shelton, el autor de Masturbation: Breaking the Silence (Masturbación: rompiendo el silencio).
Tomemos como ejemplo a Uganda. El gobierno censura cualquier mención de la masturbación en los medios de comunicación, radiofónicos o impresos. Sin embargo, la masturbación – a solas o con una pareja – puede ser el vital eslabón perdido que ayude a detener la propagación del VIH/SIDA.
Ya existen 1,2 millones de personas infectadas con esa enfermedad en Uganda. Y cada año se agregan 100.000 nuevos contagios a la lista.
Placer e intimidad
Las actuales campañas gubernamentales para prevenir la infección del VIH promueven la abstinencia y el uso del preservativo. Pero para las parejas casadas o unidas en una relación duradera, abstenerse del sexo o incluso usar condón no es una opción. Y este es precisamente el grupo donde se registra el mayor número de nuevos contagios del VIH.
La masturbación compartida con la pareja podría ser la solución – ofrece una magnífica manera de compartir placer e intimidad en la pareja, sin correr el riesgo de contraer esa mortal enfermedad.
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