Rompiendo mitos: masturbación

La masturbación es uno de los grandes mitos sexuales. Que te quedas ciego, que te salen pelos en las manos, que las mujeres no lo hacen... ¿cuántos mitos más podemos mencionar? Responderlos es el objetivo de esta nueva entrega de ¡Rompiendo mitos sexuales!

Mito 1: la masturbación provoca enfermedades

Hay quien dice que la masturbación provoca acné, otros dicen que hace que te quedes ciego o calvo o que hará que te crezcan pelos en las palmas de las manos. 
La lista sigue y muchos se lo preguntan realmente… Por fortuna, nada de eso es cierto. 
La masturbación no hace que te quedes ciego o calvo o que tengas acné. De hecho, los estudios han demostrado que puede ayudar a liberar el estrés, elevar tu estado de ánimo y mejorar tu salud.

Aunque no es muy frecuente, algunas personas se vuelven adictas a la masturbación. Acaban masturbándose tan a menudo (para que no haya dudas, estamos hablando de muchas veces al día) que les resulta imposible realizar las tareas diarias. Si te pasa algo parecido, no te

preocupes, tiene cura como cualquier otra adicción. Busca el consejo de tu ginecólogo.

Mito 2: las mujeres no se masturban

Vamos a aclarar esto. La sociedad en la que vivimos es más tolerante con la actividad sexual masculina que con la femenina. Y por eso, les gustaría hacernos creer que no es normal que las mujeres se masturben; hasta el punto que muchas mujeres no saben siquiera que se pueden masturbar. Pero todo esto no es cierto. Tanto para hombres como para mujeres el masturbarse es totalmente natural. 

Mito 3: las personas con pareja no se masturban

Tanto solteros como personas en pareja se masturban. Los que están en una relación también lo hacen y no porque no les guste el sexo con su pareja. Se masturban cuando sus parejas no están disponibles o simplemente porque les apetece. Al fin y al cabo la masturbación es una experiencia totalmente diferente y personal.

También puede formar parte del juego sexual con la otra persona: darse placer mútuamente o ver cómo lo hace tu pareja puede ser parte de los preliminares. 

Mito 4: la masturbación te hace infértil e impotente

Probablemente hayas escuchado que el hombre puede perder todo su esperma si se masturba muy a menudo y ello podría hacerle impotente. No son más que tonterías. Mientras que un hombre tenga unos órganos sexuales sanos, seguirá produciendo esperma, independientemente de que se masturbe o no. Lo mismo ocurre con las mujeres: la masturbación no hace que dejen de producir óvulos fértiles.

De hecho, es muy aconsejable que los hombres que están tratando de dejar embarazada a su pareja, mantengan el flujo de semen. Un esperma viejo que ha estado encerrado durante varios días tiene menos posibilidades de estar en excelentes condiciones.

Mito 5: la masturbación causa Enfermedades de Transmisión Sexual

¡De hecho es más bien al contrario! Masturbarse es una de las formas más seguras de practicar el sexo. Mientras no compartas tus juguetes sexuales y tengas suficiente cuidado cuando los utilices, tienes un riesgo mínimo o ninguno de contraer una ETS. Al fin y al cabo no puedes contagiarte a ti mismo.

Mito 6: la masturbación puede dejarte embarazada

Si una mujer se masturba sola, no puede quedarse embarazada. La mujer se queda embarazada cuando el semen del hombre entra en su vulva. De manera que si os estáis masturbando mutuamente, asegúrate de que el semen no se introduce en la vulva cuando eyacules.

Mito 7: las mujeres pierden la virginidad si se masturban

¨Perder la virginidad¨ significa practicar el coito por primera vez. El que te introduzcas o no los dedos o cualquier otro objeto en la vagina y el que estires o no o desgarres el himen, si sólo te estás masturbando sigues siendo virgen.

Mito 8: para las mujeres, masturbarse implica usar un consolador

A veces, la gente tiene la idea de que cuando las mujeres se masturban utilizan un consolador, un vibrador o cualquier vegetal con forma de pene. Es cierto que algunas mujeres disfrutan así. Pero la mayoría alcanzan el orgasmo utilizando los dedos o un vibrador sólo para estimular el clítoris. ¡La vagina es un extra opcional!