¡Engríelo! Conozca las zonas eróticas de los hombres

La zona genital de los hombres no es la única parte del cuerpo que puede excitarlos.

Los hombres, al igual que las mujeres, tienen puntos sensibles en cada parte de su cuerpo que los excita y estimula al momento del acto sexual, que no necesariamente se encuentran alrededor de sus genitales.

Si todavía no conoces del placer que ellos pueden sentir en ciertos lugares con tan solo acariciar algunos rincones de su cuerpo, entonces es momento que conozcas las zonas eróticas de los hombres que desatarán su pasión.

Cabello. El éxito de acariciar el cabello de un hombre está en que probablemente el no se lo espere. Para la mayoría de los hombres una caricia en su cabellera resulta un gesto realmente agradable y sumamente relajantes, lo cual lo llevará a una entrega sexual total.


Orejas. Las terminaciones nerviosas abundan en el área que rodea la oreja, lo que hace a este lugar en una zona ultrasensitiva al taco y las caricias. Los dedos, labios y lengua son excelentes armas para explorar el lóbulo y la zona detrás de la oreja.

Labios. Esta es una de las zonas erógenas masculinas que responde más claramente a los estímulos.
Los hombres disfrutan ampliamente de las caricias con la boca y para ellos es fácil inclinarse al sexo mediante una buena entrega de besos.

Cuello. El cuello es definitivamente una de las zonas erógenas masculinas claves para subir la líbido y transportar a tu compañero hacia el acto sexual, al estar recargada de amplias zonas sensitivas que al ser tratadas logran aumentar el deseo.

Pecho. ¿Sabias que para muchos hombres el pecho es una de sus partes favoritas? Es por esto que al estar con ellos hay que saber admirar y acariciarles el pecho, de forma sutil y a la vez atrevida.

Brazos y manos. Esta es una parte del cuerpo que al ser estimulada logra despertar una excitación suave y placentera, realmente agradable a los sentidos masculinos.

Espalda. A los lados de la columna vertebral se encuentran importantes receptores sensitivos, lo que la convierte en una de las zonas erógenas masculinas, en especial la parte baja de la espalda, por ser una zona mucho más sensible y erógena que el resto de la misma.

Nalgas. Las nalgas contienen muchos receptores nerviosos que pueden ser estimulados con facilidad. Un hombre ya excitado puede volverse loco de pasión ante las caricias, ligeras palmadas o pequeños pellizcos en su trasero.

Ano. Es una de las zonas erógenas más sensitivas del cuerpo masculino, ya que puede llegar a disfrutar de gran excitación por medio de la estimulación anal, debido a la exagerada cantidad de terminaciones sensitivas de la zona. Es aquí en donde se encuentra el punto G masculino.

Genitales. Zona erógena de predilección masculina. El pene, los testículos y la zona que rodea a estos es altamente sensible y cada vez que son estimuladas crean potentes deseos sexuales que desencadenan en las más exquisitas sensaciones.